La autobiografía del príncipe Harry está repleta de anécdotas que dejan constancia del carácter fiestero y alocado del duque de Sussex durante sus años de juventud.
Se trata de una serie de testimonios, en la línea del capítulo que dedica a la noche en que perdió la virginidad. Son mucho más sorprendentes de lo que algunos podrían imaginar antes de sumergirse en las páginas de En la Sombra, libro que llegó a las librerías el pasado mes de enero y cuya motivación inicial era denunciar los desmanes de la institución monárquica y su racismo latente.
Si la prensa británica destapó en su momento episodios tan embarazosos para el hijo de Lady Di como su decisión de disfrazarse de nazi, o las fotos que le retrataban completamente desnudo y en actitud cariñosa con una joven durante una noche de desenfreno en Las Vegas, ahora es el propio príncipe quien opta por una política de transparencia total y detalla en sus memorias noches tan surrealistas como la que vivió en casa de la actriz Courteney Cox, quien daba vida al personaje de Monica Geller en la afamada serie Friends.
Harry desvela en su libro la atracción irrefrenable que llegó a sentir por la intérprete, con la que coincidió en varias ocasiones para acabar forjando una amistad que le llevó a pernoctar incluso en su vivienda. "Como fanático que soy de Friends, la idea de quedarme a dormir en casa de Monica era muy atractiva. Pero estaba muy confuso, ella era Monica y yo me sentía como Chandler", relata sobre su identificación con el personaje interpretado por Matthew Perry, quien termina casándose con ella e iniciando una vida juntos. "Me preguntaba si sería capaz de armarme de valor y hablar con ella. ¿Había suficiente tequila en California para envalentonarme lo suficiente?", se cuestiona el príncipe.
En medio de esa fiesta, Harry y unos amigos se dirigieron a la cocina de Courteney para hacer acopio de bebidas y comer algo que pudiera suavizar el estado de embriaguez en el que ya se encontraba. Según su relato, al abrir la nevera se topó con una bandeja de setas alucinógenas y no dudó en ingerir tantas como le pedía el cuerpo. "Mis amigos y yo tomamos muchas, nos las metimos todas en la boca y las bajamos con tequila", señala Harry en un párrafo de la obra, describiendo a continuación cómo acabó viendo una cabeza humana en el cubo de la basura como consecuencia del delirio.
La artista se ha limitado a desvincularse del asunto, alegando que ella desconocía la presencia de esos hongos en su domicilio. "Yo no puedo decir que hubiera setas. Definitivamente no fui yo la que se las pasó... Harry es un buen chico", ha bromeado en conversación con la revista Variety. Courteney no ha tenido ocasión de leer ese fragmento concreto de En la Sombra, pero ahora se muere de curiosidad por saber exactamente qué pasó.